Hemos visto en la primera parte que la Estrella de Belén no es una estrella cualquiera. También hemos analizado algunas opciones de qué pudo ser.
Ahora vamos a ver qué es lo que hizo que los Magos recorrieran el desierto siguiendo a una estrella.
¿Qué empujó a los los Magos de Oriente a hacerlo? En primer lugar, tiene que ver con quién eran. La palabra griega para Magos es μαγοι (magoi). Pertenecían a la “Orden de los Magos”, procedente de Persia y Babilonia (actual Irán e Irak). Era una orden formada por personas eruditas y observadoras de las estrellas y la naturaleza.
Los Magos eran astrólogos, no astrónomos. ¿Qué diferencia hay? Los astrólogos interpretan las señales de las estrellas, mientras que los astrónomos estudian la física del universo.
Y sí, la palabra magos está relacionada con magia. Observaban las estrellas para interpretar las señales que enviaban, para descifrar los mensajes del cosmos. De esta manera revelaban profecías y aconsejaban al rey o al pueblo lo que debían hacer según lo que habían indicado los astros. Ya fuera cuándo cultivar o cuándo nacería o moriría un rey.
Si los Magos se desplazaron a causa de una estrella, debía ser importante lo que anunciaba. ¡No querían perdérselo! Ese es el siguiente motivo: vieron algo magnífico.
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Los Magos eran respetados, por eso el rey Herodes los escucha con atención y los cree. Han venido de lejos siguiendo una estrella a través del desierto, la estrella del rey de los judíos que ha nacido. No ha habido ningún nacimiento en palacio. A Herodes le interesa saber más.
Y a muchas personas también, ¿qué pudo ser la Estrella de Belén? Gracias a los estudios que han realizado numerosos científicos, especialmente astrónomos, puedo escribir este artículo.
¿Qué es una estrella errante y por qué se llama así?
En la primera parte del artículo sobre la Estrella de Belén acabamos con la interesante observación de Kepler sobre una rara conjunción de planetas.
En la antigüedad, llamaban estrellas errantes a los planetas. En otras palabras, los planetas se consideraban estrellas. Pero como un tipo especial de estrella.
En primer lugar, las demás estrellas salían un poco más temprano cada noche. En cambio, las estrellas errantes aparecían cada vez un poco más tarde.
Además, no mantenían relación con las constelaciones, podían cambiar la posición como no lo hacían las otras estrellas. De ahí su nombre: errante, vagabundo.
¿Por qué eran errantes? Cuando miraban al cielo nocturno veían unas estrellas que no se movían como las demás. No iban de este a oeste, iban al revés. Además, de vez en cuando se detenían y retrocedían y entonces sí se movían en el sentido de las otras estrellas. Después volvían a detenerse y continuaban yendo al revés de las demás estrellas.
Actualmente a este movimiento se le llama movimiento retrógrado de los planetas. ¿Quieres verlo? En el siguiente vídeo puedes ver cómo Júpiter se detiene por el 07/11/13 y empieza a viajar hacia el oeste como las otras estrellas. Después, sobre el 06/04/14 vuelve otra vez hacia el este, vía Adrian Gutarra Sebas:
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Los planetas (“atletas” o “ciclistas”) de órbitas (“calles” o “carriles”) interiores recorren una trayectoria más corta que la de los planetas exteriores. Como orbitan en línea curva, el que va en la calle corta (interior) acabará adelantando al planeta de la calle larga (exterior), que recorre mayor distancia. Los dos avanzan.
Es en este momento en que parece, desde la perspectiva adecuada, que el planeta exterior retrocede, aunque en realidad es la Tierra que lo está alcanzando y sobrepasando. Llega un momento en que el planeta exterior alcanza la Tierra, y esto se ve desde la Tierra como que el planeta exterior vuelve a seguir su camino.
Tienes la explicación gráfica en este vídeo, vía Astronociencia:
¿La Estrella de Belén pudo ser una estrella errante (planeta)?
Hemos visto que Kepler calculó que se produjo una conjunción parecida de planetas entre mayo y diciembre del año 7 a.C. ¿Cúal? La de los dos planetas más grandes: Júpiter y Saturno.
Esta alineación planetaria está confirmada por el descubrimiento arqueológico en 1925 de una tablilla cuneiforme, expuesta en el museo estatal de Berlín, que indica que en el 7 a.C. ocurrió una excepcional conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis.
Además, no sólo estuvieron próximos una vez los dos planetas más grandes de nuestro Sistema Solar, si no que este fenómeno sucedió tres veces durante ese año.
La conjunción triple de Júpiter y Saturno vista desde la Tierra como la vieron los Magos fue como sigue: primero Júpiter parece adelantar a Saturno. Luego se retrasa y vuelve a adelantarlo otra vez. Continúa y lo avanza una tercera vez.
Este movimiento es una ilusión óptica desde la perspectiva de la Tierra. El planeta no retrocede realmente, es el movimiento de retrogradación, del que hemos hablado en el apartado anterior. Si llama la atención que un planeta se mueva así, ¡Imagínate con dos!
Júpiter es el nombre del dios principal de los dioses romanos, por eso se considera el planeta de los reyes. Representa también al Príncipe del mundo.
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Saturno, dios del tiempo en la mitología, fue destronado por su hijo Júpiter. Según los antiguos astrólogos Saturno controlaba el destino del pueblo judío, ya que era considerado como la estrella de la tierra de Israel.
La constelación de Piscis representa el final de los tiempos.
Desde el punto de vista de los Magos, esta conjunción podría significar un cambio de reinado en Judea.
Podía interpretarse como que el Príncipe del mundo aparecerá en la tierra de Israel y con él, el final de los tiempos. El fin de un ciclo.
El final de una era y el inicio de otra.
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Los Magos seguro que continuaron observando a Júpiter, y en el año 6 a.C. se desplaza a la constelación de Aries, el Carnero. Los astrólogos consideran que tiene influencia sobre los judíos.
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En abril del 6 a.C. Júpiter se eleva desde el este justo antes del amanecer, y entonces la luna creciente pasa por delante de Júpiter, lo oculta y bloquea la luz del planeta hasta que éste sale desde detrás de la zona oscura de la Luna.
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Los Magos podrían haberlo considerado como el presagio del nacimiento de un nuevo rey. Al estar en Aries, interpretan que el nuevo rey nacerá en Judea.
No sería extraño de que fuera entonces cuando los Magos montaran en los camellos rumbo a Jerusalén, el lugar más probable donde podría nacer el rey de los judíos.
Ahora sí, la estrella errante (planeta) Júpiter sí encaja.
Los Magos dan la semilla de la respuesta
En Mateo 2:2 se lee “¿Dónde está el que ha nacido, el rey de los judíos? Porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo.”
En la propia frase de los Magos tenemos una pista clave. Si vamos al original griego, en el Oriente es εν τε ανατολε (en te anatole), es decir, elevándose en el este.
Elevándose en el este es el nombre antiguo para decir orto helíaco (nombre que utilizan los actuales astrónomos), que es la reaparición de una estrella o planeta por el horizonte este después de que no ha sido visible en semanas o meses. Porque los Magos no están hablando de una estrella brillante y espectacular visible para todos.
Porque los Magos están hablando de un fenómeno que detectaría un buen observador de las estrellas. Porque es un acontecimiento que sólo se fijaría alguien quien buscara señales entre las estrellas. Porque están hablando de una estrella errante, de un planeta: Júpiter.
Helíaco viene de Helios, que significa Sol. De esta manera ver el orto helíaco de un planeta significa que sale justo antes que el Sol.
¿Una estrella puede desaparecer un tiempo y luego volver a aparecer? Sí.
Si observas el cielo estrellado, no se ven las mismas estrellas en verano que en invierno. Cambian con los meses y las estaciones. Si las estrellas nos rodean por todas partes ¿Por qué se ocultan y luego aparecen? Porque la inclinación de la Tierra hace que aparentemente se orienten en una dirección u otra, porque nuestro planeta se mueve a lo largo del año a través del espacio y esto provoca que veamos una región celeste u otra.
No es algo exclusivo de los planetas. Un ejemplo de gran importancia en la cultura de Egipto ha sido el orto helíaco de la estrella Sirio, ya que anunciaba el desbordamiento anual del Nilo. ¿Quieres ver justo cuando Sirio aparece por el horizonte Este poco antes de la salida del Sol? Vía Tarpafar:
La respuesta de Herodes puede confirmarlo
La estrella errante (planeta) Júpiter tiene sentido. Un planeta es más discreto en el cielo que si hubiera sido un fenómeno más brillante, como una estrella fugaz, un cometa, una nova o una supernova. En ese caso tal vez el rey Herodes y la población se hubieran esperado algo, pero todos se sobresaltan ante la señal del nacimiento de un nuevo rey. Concuerda con que nadie en el palacio supiera nada de la estrella:
“1Después de haber nacido Jesús en Belén de Judea, en el tiempo del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén, 2diciendo: “¿Dónde está el que ha nacido, el rey de los judíos? Porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo”. 3Al oír esto el rey Herodes se turbó y con él toda Jerusalén” (Mateo 2:1-3)
Como no ha habido ningún nacimiento en palacio, Herodes acude a los sumos sacerdotes, que conocen las profecías, y los escribas, que interpretan las Escrituras. Si los Magos se refieren al Mesías, ellos sabrán en qué lugar dice la profecía que nacerá:
“4y convocando a todos los pontífices y a todos los escribas del pueblo, les preguntaba el lugar del nacimiento del Mesías. 5Ellos contestaron: “En Belén de Judá, pues así está escrito por el profeta: 6Y tú, Belén, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor entre las principales ciudades de Judá porque de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”. 7Entonces Herodes, llamando aparte a los magos, se informó cuidadosamente de ellos del tiempo de la aparición de la Estrella.” (Mateo 2:4-7)
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La profecía está un poco resumida, procede del libro del profeta Miqueas 5:2-4:
“1Y tú, Belén Efratá, pequeña eres entre los millares de Judá, mas de ti me saldrá aquel que ha de reinar en Israel Sus orígenes vienen de antiguo, desde días lejanos.(…)3Él se alzará y pastoreará el rebaño con la fortaleza de Yahveh (…)4Yserá él la paz.”
Los judíos no practicaban la astrología, por eso no sabían las señales de la estrella errante. Herodes muestra interés porque sabía que los Magos conocían la astrología, y que ellos le podían dar más datos acerca de esa amenaza del nuevo rey que aparecía ante él. El rey Herodes es inteligente y envía a los Magos para averiguar más.
“8y, enviándolos a Belén, les dijo: “Id e informaros diligentemente sobre ese niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para que vaya yo también a adorarlo.” (Mateo 2:8)
De esta manera, los Magos se dirigen a Belén.
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Más señales en los cielos
La estrella errante de la que hablamos, Júpiter, protagonizó muchas señales en el cielo de hace un par de milenios.
La conjunción triple de Júpiter y Saturno, el desplazamiento de Júpiter a la constelación de Aries y la conjunción de Júpiter y la luna no fueron los únicos signos en los cielos. Gracias al trabajo de los astrónomos, hace unos años se encontró que hubo otra conjunción muy interesante.
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Entre los años 3 y 2 a.C., Júpiter (dios principal romano) y Venus (diosa del amor) se juntaron tanto que parecía que se unían en una sola estrella. Pronostica una unión amorosa.
¿En qué región del cielo ocurrió? Nada menos que en la constelación de Leo, a poca altura del horizonte del este antes del amanecer.
Leo, rey de los animales, símbolo de fuerza y dignidad, también está asociado a los judíos.
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El León de Judá es el símbolo de la tribu de Judá, los ancestros del rey David del que habla la Bíblia. Por ello al León de Judá también se le considera símbolo de Jerusalén.
Además, la profecía de la llegada de un mesías decía que descendería de la tribu de Judá. Los Magos podrían haber interpretado que había nacido un gran líder judío.
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Pero eso no es todo. Algo más tarde, el movimiento de retrogradación crea la ilusión de que Júpiter pasa tres veces sobre Regulus, la estrella más brillante de Leo, la constelación de los Reyes. Es decir, el planeta rey pasa tres veces (número de gran carga simbólica) sobre la estrella que rige el destino de los reyes. Seguro que los Magos no pudieron ignorar una señal así.
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Cuando la Tierra adelanta a Júpiter, Júpiter parecería que pasa a Regulus en una triple conjunción poco común, en la que se puede interpretar, si se unen los puntos en los que se encontraba el planeta respecto a la estrella, que Júpiter corona a Regulus. Los Magos lo interpretarían como la señal del nacimiento de un gran rey.
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Y aún hay más. ¿Recuerdas la conjunción de Júpiter y Venus? Pues nueve meses más tarde, en junio del año 2 a.C. vuelven a coincidir. Nueve meses es lo que dura el embarazo y es cuando nace el bebé. ¿Los Magos podrían dudar a estas alturas de que un nuevo rey ha nacido?
Los Magos pueden observar que a medida de que Júpiter va descendiendo en los cielos, Venus va ascendiendo, hasta que llega el punto en que se encuentran y forman una única y brillante estrella. ¿Dónde? En Judea (recordemos al León de Judea).
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Tal vez fuera ésta la señal que hizo a los Magos desplazarse a Jerusalén, capital de Judea, donde estaba el palacio.
Los reyes nacen en palacios, ¿o no?
¿Pudo permanecer la estrella errante fija en el cielo?
En diciembre del 2 a.C. Júpiter se había desplazado hasta el cielo austral. Según los cálculos, el movimiento de retrogradación hizo que la estrella errante (planeta) que los Magos seguían (Júpiter) pareciera suspendida sobre Belén el 25 de diciembre.
En esa fecha los Magos estaban en el palacio de Herodes y se disponían a partir, si no lo habían hecho ya. En el Nuevo Testamento se puede leer en Mateo 2:9-10 sobre la estrella:
“9Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. 10Al ver la estrella experimentaron una grandísima alegría.”
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Se entiende más la alegría si tenemos en cuenta que esta nueva conjunción Júpiter sigue dando señales. Ahora están en Jerusalén. Júpiter vuelve a aparecer para mostrarles el camino cuándo han descubierto de que en el palacio no ha nacido ningún rey, y les han informado del lugar que indica la profecía: Belén.
Los Magos sienten que van por el buen camino.
En el tiempo del rey Herodes
Mateo es claro respecto a cuándo nació Jesús: en el tiempo del rey Herodes. Es decir, Herodes estaba vivo.
Según el historiador del s. I d.C. Flavio Josefo, Herodes muere después de un eclipse lunar y antes de la pascua judía. Muchos estudiosos creen que se refiere al eclipse lunar parcial que hubo el 13 de marzo del año 4 a.C. Y ésa es la fecha que oficialmente se da a la muerte de Herodes. En ese caso, la conjunción ocurrida entre los años 3-2 a.C. no podría ser la Estrella de Belén.
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Sin embargo, a finales del s.XX aparece otra teoría: Flavio Josefo debía referirse al eclipse lunar total del 10 de enero del año 1 a.C.
Sería una señal que aterrorizaría a los que lo vieran, ya que en estos casos la Luna se tiñe de un rojo intenso, que recuerda a la sangre.
Sin duda la asimilarían a la sangre derramada por Herodes.
Si fuera este eclipse al que hace referencia, el el 1 a.C., entonces la conjunción del 3 al 2 a.C. sí podría haber sido la Estrella de Belén. El cielo estuvo lleno de señales gracias a las conjunciones que hubo. En todas la protagonista fue la estrella errante Júpiter.
Jesús era un niño, no un bebé
Es interesante mencionar de que el evangelio de Mateo dice que Jesús era un niño, no un bebé:
“11Entraron en la casa; vieron al niño con María, su madre y, postrándose, lo adoraron, abrieron sus tesoros y le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. 12Luego, habiendo sido avisados en sueños que no volvieran a Herodes, se retiraron a su país por otro camino.” (Mateo 2:11-12)
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Esta idea se refuerza por la orden de Herodes, que podemos leer en Mateo 2:16:
“16Entonces, Herodes, viendo que los magos se habían burlado de él, se enojó violentamente y mandó matar a todos los niños de Belén y de todo su territorio, de dos años abajo, según el tiempo del que se había informado de los magos.”
La orden es clara: de dos años abajo. Así que el fenómeno de la estrella pudo durar dos años, y vuelve a ser coherente con conjunciones múltiples de planetas (estrellas errantes) y estrellas. Pueden ser fenómenos que pueden alargarse varios años. Y Júpiter tuvo muchas alineaciones en relativamente poco tiempo.
La orden es clara: de dos años abajo. ¿Recuerdas el interés que mostró Herodes por lo que sabían los Magos? Es el tiempo probable del que le habrían informado los Magos desde que vieron la señal. No me acabo de imaginar a Herodes esperando dos años pacientemente a que regresen. Belén está a unos 9 km de Jerusalén.
La orden es clara: de dos años abajo. Ese niño era una amenaza política directa a su reinado. El rey Herodes no se informa para adorar al nuevo rey. Parece que tenía la intención de matarlo cuando supiera quién era. Si así fuera, ¿por qué no mandó seguir a los Magos y decidió esperar a su regreso?
Cuando los Magos no vuelven, no tiene manera de saber directamente quién es ese niño, pero sabe la edad que más o menos tiene: de dos años abajo. Esa orden para matar a los niños pequeños del territorio de Belén es lo que se conmemora el 28 de diciembre, conocido como el día de los Santos Inocentes.
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Gracias por el tiempo compartido.
Cuida el espíritu.