Leyenda de Orihime y Hikoboshi

La hija del dios del cielo, Orihime (significa princesa tejedora), tenía una belleza excepcional y era una excelente tejedora. Se dedicaba a hacer los vestidos de los dioses. Trabajaba todo el día junto al río Amanogawa, se dedicaba tanto a tejer que no había tenido la oportunidad de enamorarse de nadie.

Un día, su padre le presentó a Hikoboshi (significa el pastor de las estrellas), un pastor de bueyes. Era un chico de corazón noble y muy trabajador.

Los dos se enamoraron profundamente nada más verse. ¡Amor a primera vista!

Se casaron enseguida, y ambos disfrutaban tanto de su compañía y estaban tan pendientes el uno del otro, que empezaron a descuidar sus trabajos: Orihime ya no tejía y Hikoboshi descuidó a los bueyes, que se dispersaron por todo el cielo. Muchos provocaron destrozos. Algunos cayeron enfermos.

El dios del cielo se enfadó mucho y decidió castigarlos por faltar a sus responsabilidades tanto tiempo. Los separó en el cielo: colocó a cada uno de ellos en una orilla diferente del río celestial Amanogawa para asegurarse de que no se verían. Orihime en la orilla Este, y Hikoboshi en la Oeste.

Los dos estaban muy tristes,separados por el ancho río celestial sin poderse reunir. Orihime lloraba tan desconsoladamente por no poder estar con su amado esposo, que al final el dios del cielo se compadeció del sufrimiento de los dos enamorados.

Les dio la posibilidad de volverse a ver una vez al año: el séptimo día del séptimo mes. Siempre y cuando hubieran cumplido con sus obligaciones durante todo el año.

Ambos, Orihime y Hikoboshi volvieron a sus tareas, hasta que llegó el esperado día en el que volverían a verse. Cuando llegó el séptimo día del séptimo mes, emocionados, fueron a la orilla del río para encontrarse, y ¡qué decepción! ¡No había manera de cruzar el río! Era muy amplio, la corriente era fuerte y no había puente para poderlo cruzar…

¡Qué desesperación! Todo un año separados y ahora estaban tan cerca y tan lejos… Orihime empezó a llorar desconsolada.

Una bandada de urracas se apiadó de los enamorados y decidieron ayudarlos. Formaron con sus alas un puente para que pudieran cruzar el río Amanogawa. Finalmente, la feliz pareja pudo reunirse al fin.

Las urracas prometieron que cada año volverían para formar el puente, con una única condición: el cielo tenía que estar despejado. Si llovía y hacía mal tiempo o estaba nublado, los dos enamorados deberían esperar al año siguiente para encontrarse de nuevo.

Así, los dos enamorados vuelven a reunirse cada año el séptimo día del séptimo mes, siempre y cuando el cielo esté despejado.

Y esta es la leyenda que da origen al festival de las estrellas: Tanabata (七夕 La noche de los sietes).

Existen diversas variaciones, y ésta es una de las más conocidas.

En otra versión de la historia nos explican que, antes que el padre de Orihime los separara, la enamorada pareja tuvo dos hijos. Cuando separaron a Orihime y Hikoboshi, los hijos los colocaron en la misma orilla en la que estaba el padre.

Aquí puedes ver un video (en japonés, con subtítulos en castellano) en el que se explica esta historia, via Mercado Latino:

Aquí tienes una simpática representación con marionetas (en castellano) de la historia de Orihime y Hikoboshi que hicieron los alumnos de Básico 3 de Nichiboku, vía Makoto Kawano:

Canción tradicional del Tanabata

Los enamorados sólo se encontrarán si el cielo está despejado, y como todos desean que Orihime y Hikoboshi se encuentren, los niños cantan una canción para que el cielo esté despejado.

Aquí tienes la letra (sacada de la Wikipedia):

ささのは さらさら

のきばに ゆれる

お星さま きらきら

きんぎん すなご

ごしきの たんざく

わたしが かいた

お星さま きらきら

空から 見てる

Sasa no ha sara-sara

Nokiba ni yureru

Ohoshi-sama kira-kira

Kingin sunago

Goshiki no tanzaku

watashi ga kaita

Ohoshi-sama kirakira

sora kara miteiru

 

Las hojas de bambú susurran,

meciéndose en el alero del tejado.

Las estrellas brillan

en los granos de arena dorados y plateados.

Las tiras de papel de cinco colores

ya las he escrito.

Las estrellas brillan,

nos miran desde el cielo.

y un video, via NoriUnni que consta de dos partes: en la primera se muestra cómo se baila, a continuación, salen las lyrics (letra de la canción) por si te animas a cantarla.

TANABATA: Festival de las Estrellas

En el séptimo día del séptimo mes se reúnen Orihime y Hikoboshi . ¿Qué día se encuentran?

Depende, según nuestro calendario solar gregoriano es el 7 de julio, y es la fecha en que se celebra en Japón: se llama Festival de las Estrellas. Hay excepciones, como en Sendai, que lo celebran el 7 de agosto.

Sin embargo, esta antigua leyenda es de origen chino y se celebra el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario chino. Es conocida como Qi Xi (七夕 la noche de los sietes) y se llama el Festival de los Enamorados, o el San Valentín chino. El séptimo día corresponde al primer cuarto lunar y el séptimo mes lunar acostumbra a caer entre julio y agosto.

En Japón se adopta este festival en la era Heian en el palacio imperial de Kyoto. Durante la era Edo se generaliza a la mayoría de la población japonesa.

Hoy nos centramos en el 7 de julio (el séptimo día del séptimo mes del calendario solar), que es cuando se celebra en Japón el festival de las estrellas (Tanabata): los dos enamorados están representados por estrellas.

Orihime es la estrella Vega, de la constelación de Lyra (Lira). En Japón ven la constelación de la tejedora, en lugar de una lira, como en occidente. Se encuentra al este de la Vía Láctea.

Hikoboshi es la estrella Altair, de la constelación del Aquila (Águila). Las dos estrellas menos brillantes que la acompañan representan a los dos hijos: Tarazed y Alshain. Se sitúan al Oeste de la Vía Láctea.

El río Amanogawa es la Vía Láctea.

La bandada de cuervos está representada por la constelación Cygnus (Cisne), cuya estrella más brillante es Deneb. La Vía Láctea pasa por la constelación del cisne.

En el séptimo día del séptimo mes lunar, el brillo de la Vía Láctea se amortigua debido a las condiciones lumínicas, de manera que parece que haya un puente entre ambas estrellas. Es interesante señalar que en la constelación del Cisne se hallan numerosas nebulosas y hay alguna oscura y se ven como manchas negras dentro del río de estrellas de la Vía Láctea, tal vez inspiraran las urracas de la leyenda.

Se dice que Orihime (Vega) y Hikoboshi (Altair) son tan felices juntos que pueden conceder cualquier deseo, ya que no hay poder más fuerte que el amor verdadero. Así que los japoneses escriben sus deseos, junto a sus nombres, en tiras de papel de diferentes colores (tanzaku). Parece que antiguamente los colores representaban a los cinco elementos: rojo (fuego), verde (madera), amarillo (tierra), blanco (metal) y negro (tierra).

Después cuelgan los deseos en ramas de bambú. A la medianoche o al día siguiente, los japoneses tiran sus deseos al río, para que lleguen al río celestial (Vía Láctea) o los queman en hogueras para que se dirijan al cielo. En ambos casos, el objetivo es que los deseos lleguen hasta la pareja de enamorados para que se los concedan.

También pueden escribir poemas a la feliz pareja. De ahí viene el llamar el mes de las letras (fumizuki) a julio, por los poemas.

Las largas tiras de papel que decoran las calles evocan las estrellas de la Vía Láctea.

Durante el festival hay desfiles, música, ferias, puestos de comida… y a la noche, ¡fuegos artificiales!

Aquí tienes un video, via Discover the Spirit of Japan – Japan Videos que muestra el Tanabata en Sendai (ciudad japonesa que lo celebra el 7 de agosto, fecha más cercana al séptimo día del séptimo mes del calendario lunar):

El Triángulo de Verano. Diferencias entre asterismo y constelación.

Los dos enamorados se representan por las estrellas Vega (Orihime) y Altair (Hikoboshi). La bandada de urracas por Deneb. Estas tres estrellas, Vega, Altair y Deneb forman el llamado triángulo de verano. Se puede ver en el hemisferio norte durante las noches de verano.

El triángulo de verano es un asterismo, es decir, un grupo de estrellas que recuerdan a una forma concreta. Tal vez te preguntes: ¿es lo mismo que constelación? No exactamente. La diferencia está en que La Unión Astronómica Internacional (UAI), allá por los años 1930, definió la constelación como una región en el cielo que contiene estrellas, formen o no figuras reconocibles. Dividieron el cielo en 88 constelaciones, es decir, en 88 zonas.

De esta manera, la constelación está formada por todas las estrellas que se encuentran en una zona del cielo (normalmente se llama de la misma manera que el asterismo predominante en ella).

En cambio, el asterismo puede ser una fracción de una constelación, formada por unas pocas estrellas o también puede estar formado por varias estrellas que no pertenecen a la misma constelación.

Los asterismos ayudan a recordar y reconocer constelaciones.

A continuación van un par de ejemplos para aclarar los conceptos de constelación y asterismo:

– Dentro de la constelación de la Ursa mayor se encuentra el asterismo de la Osa Mayor, seguro que te suena: tiene una forma que recuerda a un oso, un carrito, un cazo, una cuchara… ¡La imaginación no tiene límites! ¡Atención! No confundir con la Osa Menor, que es la misma forma pero más pequeña, y es donde se encuentra Polaris, la estrella Polar, que actualmente señala al norte geográfico.

– Dentro de la constelación de Tauro se encuentra el asterismo de las Pléyades.

Hay diferentes clases de asterismos. El triángulo de verano es un asterismo estacional, también llamado gran asterismo al estar formado por estrellas de varias constelaciones y coincidir en una estación del año. Estas estrellas, vistas desde la Tierra, parece que tengan una disposición característica.

En el caso del Triángulo de Verano es la forma geométrica del triángulo, y la estación es el verano.

Los vértices del triángulo de verano son las estrellas principales de tres constelaciones diferentes: Vega (de Lira), Deneb (del Cisne) y Altair (del Águila). Cada una tiene una historia asociada en la tradición occidental, que dejo para otro post.

Observar el Triángulo de Verano

Depende de la contaminación lumínica que haya, vemos más o menos estrellas en el cielo nocturno, y se puede observar la Vía Láctea o no.

Puedes observar en este vídeo cómo la Vía Láctea se eleva desde el horizonte, aumenta gradualmente la altitud y contemplar el triángulo de verano en la noche de Tanabata en Japón, vía aomorigonta:

Donde vivo puedo ver el triángulo de verano, pero no la Vía Láctea, lo cual es una pena.

Si quieres localizar fácilmente las constelaciones (y también dónde se encuentran los planetas) hay una App que me gusta y utilizo, especialmente en ciudad (por tema luminosidad), se llama SkEye|Astronomy, puedes encontrarla gratuita en la Play Store de Google (también puedes hacer servir cualquier otra App que te permita identificar estrellas, con ésta también puedes situar a planetas, galaxias y nebulosas. Conste que no tengo interés comercial en esta App).

Aquí tienes unas capturas de pantalla de las constelaciones del triángulo de verano hechas con la App (están a la distancia que permitía ver la constelación entera):

¡Disfruta con la contemplación de las estrellas!

 

Gracias por el tiempo compartido.

Cuida el espíritu.