Vuelve la Navidad. Un adorno que todos ponemos es la Estrella de Navidad: en el pesebre, en el árbol, en las servilletas de papel… Ya sea en un sitio u otro, colocaremos al menos una Estrella de Navidad.
Cuando salimos a la calle, en la iluminación encontraremos seguramente luces en forma de estrellas en alguna de las calles, al igual que aparecerán como adorno en muchos papeles de envolver regalos.
Recuerdan a la Estrella de Belén que guió a los Magos de Oriente hasta donde estaba el niño Jesús.
“1Después de haber nacido Jesús en Belén de Judea, en el tiempo del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén, 2diciendo: “¿Dónde está el que ha nacido, el rey de los judíos? Porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo”. 3Al oír esto el rey Herodes se turbó y con él toda Jerusalén” (Mateo 2:1-3)
¡Imagínate! Hace unos 2.000 años la zona de Oriente Próximo estaba tan llena de conflictos como hoy en día. Sólo que en aquella época los que se enfrentaban eran los romanos, que estaban en el oeste, y los partos (nombre latino para los persas), que estaban en el este. ¿Cúal era el centro estratégico? El mismo que hoy en día: Jerusalén.

Hace unos dos milenios, en Jerusalén, en la región de Judea, gobernaba el rey Herodes el Grande. El reino que tenía era considerable: Judea, Idumea, Samaria, Galilea, Perea y varias regiones más. Gobernaba con mano de hierro, ya que tenía que mantener la paz en una zona conflictiva. Reinaba porque Roma se lo permitía. Roma había conquistado la región, y mientras se supeditara a ella, podría seguir reinando como vasallo de Roma.
A nadie le hacía gracia la situación y había mucho malestar. Las agitaciones y revueltas eran constantes: no querían al imperio romano.
Y un día se presentan en el palacio de Jerusalén unos desconocidos del otro lado de la frontera, procedentes del imperio parto, para venir a ver al rey de los judíos que ha nacido, que está en Judea y que tienen una señal del cielo.
¿Qué nacimiento? ¡Si no ha habido ninguno en palacio! ¿Señal del cielo? ¿Cúal? ¿Quién y qué señal amenaza mi trono? Debió pensar Herodes.
A la llegada de los Magos, Herodes ya hacía más de treinta años que era rey. No le hacía gracia ceder lo que tanto le había costado mantener.
Herodes, como el resto de judíos, creía en la profecía de un Mesías que establecería una nueva era de paz y libertad. Lo esperaban, pero aún no llegaba. ¿Sería el de la profecía que tenía que reinar sobre Israel?

¡Él, Herodes, era el rey!
¡No renunciaría al trono!
¡Había reconstruido y ampliado el Templo de Jerusalén!
¡Había creado un sistema para abastecer de agua a Jerusalén, la ciudad sagrada!
¡Había construido las fortalezas de Masada y Herodión!
¡Había fundado ciudades,!
¡Cesarea Marítima tenía un puerto magnífico gracias a él!
El poder de Herodes se ve amenazado por la profecía de un desconocido que hace poco que ha nacido, al que acompaña el prodigio de una misteriosa estrella. ¿Qué estrella es? Muchos estudiosos se han hecho la misma pregunta a lo largo de los siglos y han tratado de hallar una respuesta.
Gracias a ellos puedo realizar este artículo.
La Estrella de Belén no es una estrella cualquiera
Cuando miramos al cielo por la noche podemos observar las estrellas. Si nos fijamos en la posición de una estrella y volvemos a mirarla en una hora, vemos que aparentemente se ha desplazado de este a oeste. Esto es el reflejo del movimiento de rotación de la Tierra (gira sobre sí misma).
Además, todas las estrellas parecen girar alrededor de Polaris (en la constelación de la Osa Menor), la actual estrella polar.
Sin embargo, cuando los Magos se pusieron en camino desde el palacio de Herodes, la estrella de Belén se comportó de una manera muy diferente. En el Nuevo Testamento se puede leer en Mateo 2:9 cómo los guió:
“Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.”
El palacio de Herodes estaba en Jerusalén y Belén está a unos 9 km al sur de Jerusalén. La estrella sigue un camino poco usual.

Si suponemos que los Magos salieron de la ciudad de Babilonia (está a unos 110 km al sur de Baghdad), hicieron unos 900 km mientras seguían a la estrella desde Oriente hasta Jerusalén, de oeste a este (¿recuerdas hacia dónde se mueven las estrellas en la bóveda celeste? No es una estrella corriente).
Después, una vez en Jerusalén, la estrella cambia de rumbo, y va hacia el sur, delante de ellos. Por si fuera poco, después se para una vez ha llegado al destino. ¿A qué estrella siguieron los Magos?
¿La Estrella de Belén pudo ser una estrella fugaz?
En ocasiones, podemos ver cómo una estrella brilla y atraviesa los cielos: es una estrella fugaz. En realidad es un meteoro, es decir, una roca o polvo interestelar que cae en la atmósfera de la Tierra, se calienta y arde, de manera que puede verse una estela que surca los cielos.
Existe la hipótesis de que la Estrella de Belén fue una estrella fugaz. Puede desplazarse por el cielo en cualquier dirección.

Aún así, no podría haber sido un solo meteoro, si seguimos esta hipótesis tendremos que considerar dos meteoros: uno que los guiaría hasta Jerusalén y otro hasta Belén. Ya sería casualidad que fueran en el momento adecuado y en la dirección precisa, pero aún admitiéndolo, hay dos puntos a tener en cuenta.
Uno, a lo largo del año hay muchos meteoros. Sabemos que hay lluvias periódicas de meteoros, como las perseidas, pero se habla de una estrella, no de muchas. Además, era un acontecimiento único, no podía ser algo que vieran todos los años. También hay estrellas fugaces únicas.
Dos, una estrella fugaz se caracteriza por eso mismo, por ser fugaz, breve. Dura unos segundos. Y no es el caso. Por la tradición, damos por supuesto de que los Magos viajaron en camello. Los camellos viajan entre 30 y 60 km al día. Si recorrieron unos 900 km, tardarían en llegar a Jerusalén entre dos y tres semanas como mínimo.
Además, las estrellas fugaces no se detienen en el cielo.
Los Magos no pudieron seguir desde Oriente a una estrella fugaz. Hipótesis descartada.
¿La Estrella de Belén pudo ser un cometa?
Antiguamente, a los cometas se les llamaba estrellas barbadas o con cabellera. Vamos a ver esta hipótesis. Es una idea que se remonta al menos al s. III d.C., Orígenes dejó escrito que la Estrella de Belén podría haber sido un cometa.

Además, en la Edad Media encontramos una clara referencia a esta hipótesis gracias a Giotto, y gracias a él la mayoría de estrellas que colocamos como adorno en el pesebre tienen una cola.
Giotto en 1305 pintó un fresco en la Capilla de los Scrovegni, en Padua, al norte de Italia. Se trata de la escena en que los Magos están dando los regalos al niño Jesús. Puede verse que la estrella es un cometa.
Seguramente Giotto se inspiró por el cometa que se pudo ver durante más de un mes en 1301.
El cometa Halley se aproxima a la Tierra más o menos cada 76 años. Tuve la suerte de verlo cuando era pequeña, en 1986. Mis padres compraron un planisferio para poder seguir la trayectoria del cometa Halley en el cielo nocturno.
Se habló mucho del cometa y me parece recordar que había una exposición en el Museo de la Ciencia de Barcelona, que fuimos a ver. O tal vez fuera en el planetario del mismo museo. Lo cierto era que fue emocionante.
¡Vi el mismo cometa que millones de personas a través de los siglos!
Daba igual que las condiciones para verlo no fueran las más favorables. Da igual que te digan que en realidad es un trozo de hielo sucio de unos cuantos km con forma de cacahuete, que cuando se aproxima al Sol el calor hace que se empiece a derretir el núcleo de hielo y que el hielo evaporado junto al polvo que se libera forma la cola del cometa.


Es precioso ver como se mueve por el cielo. Se pudo ver durante casi todo el año. Fascinante.
Podremos volver a verlo cuando Halley regrese en el año 2061. Entonces ya seré una abuelita y serán dos veces que lo habré visto. ¡Menuda suerte!
¿Vi la Estrella de Belén al observar el cometa Halley? Dura mucho más que una estrella fugaz, y se desplaza delante de las estrellas “fijas”. ¿Pasó cerca de la Tierra en la época del nacimiento de Jesús?
Gracias a los astrónomos chinos, está registrada una estrella escoba (cometa) que brilló con fuerza unos dos meses. China está en una latitud parecida a Tierra Santa, así que lo que vieron ellos también debió verse por Oriente Medio. Los Magos persas veían el mismo cielo que los chinos.
Vale, sabemos que se vio un cometa, y sabemos que fue el Halley (las fechas concuerdan). Pero debemos descartarlo por dos motivos: el primero es el detalle que los registros chinos señalan que sucedió el año 12 a.C.
La mayoría de estudiosos sitúan el nacimiento de Jesús entre los años 6 y 2 a.C. (en el año 525, el monje Dionisio el Exiguo cometió un error al calcular el año de nacimiento de Jesús: no es que Jesús naciera antes que él mismo, es que el monje se equivocó al pasar los años contados desde la fundación de Roma a los años pasados desde el nacimiento de Jesús). Así que el cometa Halley pasó años antes de que naciera Jesús.
El segundo es que los cometas se han asociado tradicionalmente a desastres, malos presagios, muertes, guerras, plagas, hambrunas… y no a señales del cielo para nacimientos de reyes, ni a la llegada del Salvador de la humanidad.
Así que no, tampoco la Estrella de Belén fue un cometa.
¿La Estrella de Belén pudo ser una nova o una supernova?
En los registros chinos aparece descrito un cometa, pero sin la típica cola, en el año 5 a.C. Se ha especulado si podría ser una nova o una supernova.
Es el fenómeno que en 1604 observa el astrónomo Johannes Kepler: aparece la luz de una nueva estrella, que brilla mucho durante más o menos un año y después desaparece. Kepler la llama Nova (nueva en latín).
A lo largo del s.XX se observan desde la Tierra varias nova en la misma zona que los registros chinos del año 5 a.C: en la constelación del Águila, que se encuentra cerca del centro de la galaxia Vía Láctea.
¿Qué hay allí?

En esa zona, a unos 23.000 años luz de la Tierra, existen dos estrellas que mantienen un “baile” peligroso, orbitando cerca la una de la otra. Es lo que se conoce como sistema binario en interacción. Una de las estrellas es una enana blanca.
La enana blanca está quitando materia a la otra estrella, como una aspiradora, y va absorbiendo más y más gas hidrógeno de la superficie de la estrella que la acompaña. De esta manera la enana blanca aumenta la densidad y la gravedad.

Llega un momento en que alcanza una temperatura crítica de gas hidrógeno, situado básicamente en la superficie debido a la intensa fuerza gravitatoria que hay allí, y se produce la fusión nuclear. Entonces explota liberando gran cantidad de energía, en forma de radiación electromagnética muy brillante. La luz de la explosión llega a la Tierra, y se cree que una nueva estrella ha nacido.
Una nova surge por una explosión de las capas superficiales de la estrella. Por tanto, si las condiciones son las adecuadas, el proceso vuelve a iniciarse otra vez. Es decir, la enana blanca vuelve a absorber hidrógeno de la otra estrella hasta que vuelve a estallar al llegar otra vez a la masa crítica. Si vuelve a ser en una parte de la superficie, se repite el proceso.
Si la explosión de la estrella es total, la llamamos supernova. El brillo de la estrella de una supernova es mucho más potente que una nova. Es una estrella que ha muerto.
¿Quieres ver cómo es? La NASA captó la explosión de una supernova. El destello brillante de la onda de choque sólo dura 20 minutos. Puedes observar a continuación un vídeo donde se muestra la animación del proceso en 30 segundos, via NASA’s Ames Research Center:
Sea nova o supernova, permanece en la misma región de cielo estrellado: no cambia de posición en relación a las estrellas “fijas”. Así que no pudo guiar a los Magos de Oriente, por lo que tampoco pudo ser la Estrella de Belén.
La interesante observación de Kepler
Kepler observa una rara conjunción de Marte, Júpiter y Saturno. Es decir, los planetas parecen que estén más cerca entre sí, desde nuestro punto de vista parece que están en la misma zona del cielo.
Kepler se pregunta si hay relación entre la Nova y esta rara conjunción de Marte, Júpiter y Saturno. ¿Las energías combinadas de los planetas podrían haber creado una nueva estrella para luego hacerla desaparecer? ¿y si pasó lo mismo con la Estrella de Belén?

Kepler empezó a hacer cálculos para saber dónde estaban los planetas por la época en que nació Jesús y descubrió que hubo una conjunción parecida en el año 7 a.C.
Como Kepler conocía los errores del calendario, pensó que mediante la conjunción planetaria se produjo la Estrella de Belén.
Kepler fue un excelente astrónomo y matemático al que debemos las leyes sobre el movimiento de los planetas en la órbita que siguen alrededor del Sol y que desempeñó un papel importante en la revolución científica. Vale la pena escucharle.
Hoy en día sabemos que las conjunciones no provocan supernovas, Kepler no lo interpretó adecuadamente, pero no iba tan mal encaminado. Estuvo cerca de la respuesta. ¿Sabías que antiguamente llamaban estrellas errantes a los planetas?
Te invito a leer el siguiente artículo: “Navidad: La Estrella de Belén (II) Qué es y señales que hizo en el cielo”
Gracias por el tiempo compartido.
Cuida el espíritu.